Terapia para la ansiedad

en Fuengirola

 
La ansiedad forma parte de la vida. Nos ayuda a reaccionar ante peligros, a prepararnos para un examen o a estar alerta en momentos importantes. El problema aparece cuando la ansiedad deja de ser una ayuda y se convierte en un ruido constante que no se apaga, aunque aparentemente “no esté pasando nada grave”.

 

Quizá te reconoces en pensamientos como “no voy a poder”, “algo malo va a pasar” o “me voy a descontrolar delante de los demás”. O notas tu cuerpo en modo alarma casi todo el día: tensión muscular, nudo en el estómago, problemas de sueño, sensación de ahogo… Vivir así desgasta mucho, y suele acabar afectando al trabajo, a la pareja, a la familia y a la confianza en uno mismo.

 

Síntomas frecuentes de la ansiedad

 

Aunque cada persona es distinta, algunos síntomas habituales son:

 

  • Preocupaciones constantes, dando vueltas a lo mismo una y otra vez.
  • Sensación de intranquilidad o nerviosismo sin motivo claro.
  • Dificultad para dormir, despertar con sobresaltos o con la mente acelerada.
  • Tensión muscular, dolor de cabeza, opresión en el pecho o molestias digestivas.
  • Miedo a perder el control, a desmayarse o a que pase algo terrible.
  • Evitar situaciones por miedo a pasarlo mal (salir solo, conducir, hablar en público, lugares        cerrados o muy concurridos…).
  • Ataques de pánico o crisis de ansiedad que aparecen “de golpe”.

 

No es necesario que tengas todos estos síntomas para que tenga sentido pedir ayuda. Si sientes que la ansiedad está mandando demasiado en tu vida, es buen momento para consultar.

 

Cómo trabajamos la ansiedad en consulta

 

En las primeras sesiones nos centramos en entender cómo funciona tu ansiedad concreta: en qué momentos aparece, qué la dispara, qué haces para intentar controlarla y qué consecuencias tiene en tu día a día. No trabajamos con etiquetas genéricas, sino con tu forma de vivirlo.

 

A partir de ahí, vamos incorporando herramientas que suelen incluir:

 

  • Psicoeducación clara: entender qué es la ansiedad, qué papel tiene el cuerpo y qué no está “fallando” en ti.
  • Trabajo con pensamientos: detectar las formas de pensar que alimentan la ansiedad y entrenar alternativas más realistas y manejables.
  • Exposición gradual a situaciones temidas, siempre a un ritmo acordado y seguro, para que el miedo vaya perdiendo fuerza.
  • Tareas entre sesiones cuando encajan con tu forma de ser, para que los cambios no se queden solo en la teoría

 

 El objetivo no es que “nunca más tengas ansiedad”, algo poco realista, sino que deje de controlar tu vida y puedas hacer lo que te importa aunque a veces aparezca.


Qué puedes esperar del proceso terapéutico

Cada persona llega con una historia distinta y no hay recetas mágicas, pero con un trabajo constante es frecuente notar:

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  • Menos miedo a los síntomas físicos de la ansiedad.
  • Más sensación de control sobre tus reacciones.
  • Mayor capacidad para tomar decisiones sin tanto bloqueo.
  • Más claridad sobre lo que quieres y lo que ya no quieres en tu vida.


A lo largo del proceso iremos revisando juntos cómo vas, qué está ayudando más y qué necesita ajustarse. La idea no es que vengas “a contar la semana”, sino que notes que el tiempo en consulta te sirve para avanzar.


Preguntas frecuentes sobre la ansiedad y la terapia


¿Cuánto dura una terapia para la ansiedad?
Depende de la intensidad del problema, del tiempo que lleve contigo y de tu situación vital. Hay procesos más breves, centrados en un objetivo concreto, y otros que requieren un trabajo más profundo. En las primeras sesiones te daré una idea aproximada de lo que podemos esperar en tu caso.


¿La ansiedad se quita solo con fuerza de voluntad?
La fuerza de voluntad ayuda, pero por sí sola suele quedarse corta. La ansiedad mezcla factores biológicos, psicológicos y de aprendizaje. Trabajar con un profesional te permite entender mejor qué la mantiene y qué puedes hacer de forma distinta.


¿La terapia es compatible con la medicación?
Sí. Muchas personas llegan ya con tratamiento pautado por su médico o psiquiatra. La terapia psicológica no sustituye la medicación, ni al revés; son dos herramientas que pueden complementarse. Si es tu caso, tendremos en cuenta esa parte y, si hace falta, coordinaremos el trabajo.


¿Y si he tenido una crisis muy fuerte y me da miedo que se repita?
Es muy común quedarse con miedo a que vuelva a pasar. En terapia trabajaremos precisamente con esos recuerdos, con las sensaciones físicas y con las situaciones que ahora evitas, de forma gradual, para que la experiencia vaya perdiendo fuerza y no marque tu vida entera.


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